«La unidad es necesaria para la clase obrera. La unidad sólo puede realizarse mediante una organización única, cuyos acuerdos cumplan concienzuda y voluntariamente todos los obreros conscientes. Discutir el problema, expresar y oír opiniones distintas, conocer el criterio de la mayoría de los marxistas organizados, estampar este criterio en una resolución y cumplir honestamente esa resolución es lo que se llama unidad en todas las partes del mundo y por toda la gente sensata. Y esta unidad es infinitamente valiosa e importante para la clase obrera». (Lenin, ‘La unidad obrera’).

Hace casi dos meses, el 26 de octubre de 2022, Unión Proletaria remitió a las direcciones de decenas de organizaciones obreras, tanto políticas como sindicales, una propuesta de Plataforma para la Unidad Obrera. Lo hicimos de este modo porque deseábamos que, cuando se fuera a hacer pública, no se presentara como una iniciativa únicamente de Unión Proletaria, sino del mayor número posible de colectivos. Sin embargo, tenemos que lamentar el escaso interés que, por ahora, han mostrado los dirigentes de estas organizaciones en responder a nuestra propuesta. La mayoría de ellos, en teoría, son partidarios de la unidad de la clase obrera (y de los comunistas), pero, en la práctica, realizan solamente tentativas de unidad popular interclasista en torno a objetivos inmediatos y parciales.

¿Cómo se puede conseguir así la unidad de la clase obrera y su independencia política respecto de otras clases populares? Sin estas dos condiciones, las masas obreras seguirán siendo carne de cañón de las luchas entre burgueses y pequeñoburgueses, y no podremos forjar una amplia y sólida alianza de clases populares para conquistar el socialismo. Después de decenios de división y dispersión de las fuerzas proletarias, es evidente que ninguna de las organizaciones existentes es «el partido único» o «el sindicato único» de la clase obrera. Por consiguiente, intentemos debatir y acordar conjuntamente la política que corresponde a nuestra clase, para que las alianzas con otras clases populares no degeneren en sumisión al capitalismo.

Apelamos por tanto a nuestros lectores, comunistas y obreros conscientes, para que estudien, debatan y mejoren la propuesta que publicamos a continuación, a fin de convertirla en la Plataforma que permita a los obreros unir sus fuerzas en una auténtica lucha de clases contra la burguesía y por el socialismo.

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PROPUESTA DE PLATAFORMA PARA LA UNIDAD OBRERA

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Estimados camaradas y compañeros:

Desde Unión Proletaria nos dirigimos a los colectivos comunistas y los colectivos obreros que promueven la organización y concienciación de la clase obrera, con la intención de hacer una propuesta debatible para la unidad de acción. Estamos seguros que todos nosotros vemos la necesidad de poner a la clase obrera en el lugar histórico que le corresponde.

Sabemos también que ha habido, en diversos momentos, muchos intentos de unidad de acción que sólo han funcionado de manera parcial o sólo en hechos específicos, y que, en el peor de los casos, no han llegado a implementarse o han fracasado. Pero, aunque cualquiera de nosotros haya tenido malas experiencias o errores, nuestra obligación es no dejar de intentarlo, sobre todo porque conseguirlo es posible, necesario y urgente.

Organizar y educar política e ideológicamente a nuestra clase es posible porque las condiciones objetivas ya están dadas para ello; es necesario para preparar el salto revolucionario que requiere el momento histórico; y es urgente porque se ha demostrado ilusoria cualquier otra alternativa para la liberación de nuestra clase, e, incluso, para la supervivencia de la humanidad.

Creemos que, para organizar y educar política e ideológicamente a nuestra clase, es preciso unificar nuestros conocimientos y nuestras prácticas, y llevarlos conjuntamente a sus organizaciones básicas y a su vida cotidiana.

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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

No basta con enumerar los principales acontecimientos actuales. Es necesario también comprender las interconexiones y contradicciones entre ellos. Sólo así podremos llevar a los obreros la conciencia de su situación y de la necesidad de su lucha organizada como clase, a escala internacional y estatal.

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  1. La situación:

Hemos entrado en un período crítico en el que se dirime un cambio en el orden mundial. De la crisis económica sistémica, se ha pasado a una crisis política, incluso militar, a nivel internacional. Este es un nuevo paso en la tendencia a la descomposición del capitalismo.

La hegemonía del imperialismo occidental parasitario se está poniendo en cuestión desde hace años en el plano económico por los países emergentes. La agresividad de los imperialistas de Estados Unidos, de la OTAN y de la Unión Europea, ha provocado que de la lucha económico-política se entre en una fase de guerra. En la guerra en Ucrania están en disputa, en el momento actual, dos modelos de orden mundial: por un lado, el mantenimiento del sistema internacional imperialista de dominación, dirigido por los Estados Unidos, basado en el expolio del mundo y el terror, y que supone conseguir la sumisión de Rusia, primero, y de China, después; y, por otro lado, el cambio a un sistema multipolar, de defensa de la soberanía nacional y de la actuación autónoma de las naciones, que pasa, a priori, por el triunfo de Rusia en la guerra. Con esta última tendencia, se están alineando las naciones oprimidas por el imperialismo. Por mucho que apelen los pacifistas a las soluciones diplomáticas formales, un cambio tan importante en el orden mundial solamente puede ser resuelto por la fuerza, en última instancia, por la fuerza militar.

Ciertamente, la dominación capitalista no se está cuestionando por la mayoría de los países que luchan por su soberanía nacional, pero su rebelión frente al sistema imperialista actual debilita a éste, e, indirectamente, ayuda al despertar de las masas oprimidas de todo el mundo si hay fuerzas políticas que las puedan impulsar con organización y conciencia.

Para poder conservar su parte en la hegemonía mundial, la oligarquía financiera de la Unión Europea y sus gobiernos, solamente encuentran dos vías: o someter su economía y su política a la potencia de los Estados Unidos, lo que significa aumentar la agresividad militar y ampliar su dependencia económica; o fortalecer el ultranacionalismo fascista de cada país para poder salvar su economía y sus posesiones. Ambas vías reaccionarias tendrán dramáticas consecuencias para el proletariado y los pueblos.

La guerra contra Rusia demuestra el declive de Europa. Seguir los dictámenes de los Estados Unidos con la guerra y las sanciones, ha conducido al aceleramiento de la carestía de la vida, que se está volviendo insoportable para las capas populares. Resulta cada vez más difícil que la clase obrera y las capas populares puedan cubrir sus necesidades vitales.

Los imperialistas, antes de perder su dominación, prefieren provocar una profunda crisis de la que pretenden salir mediante la ruina de las masas. España, como país imperialista y participante en el sistema de dominación actual, también ha entrado en esta dinámica. Los derechos económicos y laborales de los trabajadores cada vez se vuelven más formales, estrechos y limitados, transformándolos en subvenciones y ayudas de subsistencia para paliar temporalmente las consecuencias del sistema, mientras éste intenta recomponerse. Los derechos políticos y las libertades democráticas, proclamados en el papel, son negados cada vez más en la práctica, alejando a la clase obrera de la posibilidad de ejercer la democracia y demostrando la tendencia del imperialismo a la reacción.

Con el objeto de mantener a las masas obreras desorganizadas, los gobiernos necesitan fortalecer la presión política e ideológica. Para ello, utilizan todo el aparato ideológico del Estado y el monopolio de la información por parte de la oligarquía, que propagan la superioridad moral y cultural de la llamada ‘civilización occidental’ y el sentido común capitalista.

Se abren objetivamente perspectivas favorables para que se acelere la lucha de clases revolucionaria a nivel internacional, que tiene que concretarse mediante formas nacionales.

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  1. La necesidad:

Ante este panorama, los capitalistas, los pequeños empresarios, los burócratas, etc., tienen sus referentes, sus organizaciones, sus programas, etc. Y, ante la fuerte crisis económica y política, colisionan entre sí para salir lo más favorecidos o lo menos perjudicados posible, para sacar concesiones. Pero, todo ello, dentro de un pacto entre las diversas capas de la burguesía y de la pequeña burguesía para mantener de pie al imperialismo español (al europeo y al americano), con la intención de conservar sus cuotas de dominación y expolio mundial. Al final, unos serán más fuertes y los débiles caerán en la ruina.

Todas las clases y capas sociales tienen su política, su independencia o relativa independencia política. Todas, salvo la clase desposeída de medios de producción que genera la riqueza material. Hoy en día, los obreros no actúan con independencia política y, por tanto, no tienen capacidad para luchar por sus intereses de clase. Estos intereses no pueden limitarse a vender mejor su fuerza de trabajo, ni a que les den migajas para sobrevivir bajo el régimen de esclavitud capitalista, sino que consisten fundamentalmente en la superación de este régimen que, además, destruye el medio ambiente, desertifica el campo, niega la igualdad a las mujeres trabajadoras y lleva a la servidumbre al proletariado rural.

Hoy la clase obrera desorganizada depende políticamente de los partidos de la pequeña burguesía y de las capas intermedias: esos que se afanan en pequeños hilos de reformas, que a veces son demócratas y otras se afilian en público a la izquierda imperialista, y que llaman a frentes populares o frentes amplios pretendiendo que son lo único posible.

Todos estaremos de acuerdo en que existe otra posibilidad, una posibilidad necesaria: la independencia política de la clase obrera. Porque no puede haber un frente popular que luche contra la oligarquía sin la parte más revolucionaria del pueblo, sin que la clase obrera se convierta en fuerza social y política. Pero las posibilidades no se hacen realidad -tampoco las necesarias-, sin que actúen sobre ella fuerzas que las impulsen. Es por eso que llamamos a los más conscientes para que prioricen la tarea de independizar políticamente a la clase obrera. Para esto, es esencial empezar por trazar una línea de demarcación entre el proletariado y el resto del pueblo, y sólo después convocar a éste.

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  1. La urgencia:

Cuando los acontecimientos se aceleran y se convierten en momentos críticos, la necesidad siempre deviene en urgencia. Creemos que es urgente que nuestra clase haga una política independiente, que se convierta en verdadera clase. No basta con que sigamos a los movimientos espontáneos ni, tampoco, con que clamemos por una política de objetivos máximos. Para conseguir ese objetivo es necesario educar y organizar a la clase obrera. Es necesario llevar el socialismo a la clase obrera.

Tenemos la firme convicción que hay que organizar el partido de la clase obrera. Es responsabilidad de todos nosotros, de los comunistas y de los obreros conscientes, afrontar la tarea de avanzar en la unidad de cara a la reconstitución del Partido Comunista en España. Es urgente, es hora de tomar este camino.

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PROPUESTA DE UNIÓN PROLETARIA.

Teniendo en cuenta la falta de representación política revolucionaria y de posición política consciente de la clase obrera para afrontar los procesos de crisis del imperialismo mundial; el declive del imperialismo europeo y del español; y las consecuencias críticas para las capas populares, principalmente para el proletariado, proponemos debatir la constitución de una Plataforma unitaria de organizaciones comunistas y obreras que active la unidad de acción.

Proponemos a los colectivos obreros y comunistas ejecutar esta plataforma de unidad de acción mediante un trabajo conjunto de agitación, propaganda y organización de masas, principalmente de la clase obrera, sobre la base de sus necesidades urgentes. Acción conjunta definida con las siguientes especificidades:

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1.- Plataforma reivindicativa.

Con el objeto de poner en marcha la unidad de acción para dirigirnos conjuntamente a las masas obreras de manera planificada, y no solamente siguiendo sus manifestaciones espontáneas, resulta necesario elaborar una Plataforma reivindicativa que tenga en cuenta las necesidades urgentes de las masas para defenderse del pillaje capitalista mediante su lucha económica y política, sirviendo, a su vez, para alentar la organización y educación revolucionaria de nuestra clase.

En esta Plataforma reivindicativa no debemos conformarnos con señalar las consignas que ya están asumidas por las masas en su conjunto, sino que debemos enarbolar también aquellas reivindicaciones urgentes de mejora de las condiciones de la clase obrera que sirvan de acicate para proyectar mediante la propaganda los intereses generales del proletariado.

El debate para la elaboración de la plataforma reivindicativa obrera, así como la práctica conjunta en torno a ella, pueden ayudarnos a avanzar en la unidad organizativa, sirviendo de estímulo para profundizar en un programa general para la clase obrera en España.

Por ello, proponemos a las organizaciones comunistas y obreras elaborar conjuntamente una Plataforma reivindicativa y dirigirnos con sus contenidos de manera unitaria a las masas obreras. Aportamos una primera propuesta de diez puntos reivindicativos, divididos en dos bloques -medidas económicas urgentes y medidas democráticas-, incorporando uno más como meta de este movimiento que resuelva de raíz la situación actual.

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Bloque 1: Medidas económicas urgentes.

La agitación y propaganda de la Plataforma debe basarse en primer lugar en la lucha por las necesidades vitales de la clase obrera, lo que le repercute de inmediato y le posibilita la resistencia. La lucha económica es el elemento de base de la lucha entre capitalistas y obreros, nuestra intervención debe configurar conciencia y organización para convertir esta lucha instintiva en lucha de clases consciente.

 

1.- Asegurar las necesidades vitales: Limitación de los precios de bienes y servicios de primera necesidad.

2.- Asegurar el salario de los trabajadores: Aumento de los salarios, subsidios por desempleo y pensiones.

3.- Asegurar el derecho al trabajo: Reducción de la jornada laboral y de la edad de jubilación para trabajar todos, sin pérdida salarial y a costa de los beneficios empresariales.

4.- Impuestos realmente progresivos: Sistema tributario realmente progresivo sobre la renta, el patrimonio y los beneficios, basado en los impuestos directos, eliminando los impuestos indirectos, incluido el IVA.

5.- Desarrollo de la economía nacional: Nacionalización de grandes empresas, desarrollo de un sector público industrial y planificación centralizada de la producción, en función de las necesidades de toda la población y no de la ganancia capitalista.

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Bloque 2: Medidas democráticas.

La realización de estas medidas económicas urgentes exige cambios políticos. Por tanto, la agitación y propaganda de la Plataforma no puede centrarse sólo en la lucha económica, sino que debe servir para introducir a los obreros como clase en la política. Para ello la lucha democrática es esencial como medio de educación y organización de los proletarios a fin de que, mediante su experiencia propia, lleguen a la comprensión de sus intereses fundamentales.

 

6.- Derechos democráticos plenos: Supresión de todas las leyes e instituciones que menoscaban los derechos democráticos y reprimen el desarrollo del movimiento obrero y demás movimientos democráticos.

7.- Contra el control ideológico de los monopolios: Supresión del monopolio capitalista sobre los medios de comunicación de masas.

8.- Soberanía nacional: Independencia y soberanía nacional de España y de todos los países, frente a la opresión y las injerencias de los imperialistas. Salida de la OTAN y de la Unión Europea. Desmantelamiento de las bases militares estadounidenses, repatriación de las tropas expedicionarias y renuncia a las sanciones internacionales que menoscaben la soberanía de otras naciones.

9.- Participación y toma de decisiones por el pueblo: Plena igualdad y derecho a la autodeterminación para las nacionalidades del Estado español. Cargos públicos y de la administración electos, revocables y con salario medio. Ratificación mediante consulta popular decisoria sobre las leyes más importantes.

10.- República democrática.

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Bloque 3: Objetivo final.

La agitación y la propaganda de la Plataforma no debe limitarse a las medidas económicas y democráticas más urgentes, pues nos quedaríamos en el plano ilusorio de las reformas. Lo más probable es que éstas sólo se puedan realizar en el curso de la lucha por el objetivo final.

 

11.- Organización de la clase obrera en partido político que conquiste el poder a fin de edificar el socialismo, solución definitiva para las contradicciones de la sociedad capitalista.

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2.- Agitación y propaganda de la Plataforma reivindicativa.

Para llevar la Plataforma reivindicativa a las masas, necesitamos desplegar la agitación y la propaganda de sus bases, aceptadas conjuntamente, por todos los medios efectivos que poseamos. Tendremos que desarrollar esta agitación y propaganda de la Plataforma, tanto en las organizaciones de masas -principalmente obreras-, en los centros de trabajo, en los barrios obreros y en las movilizaciones, como a través de todos los medios de comunicación de que dispongamos las diferentes organizaciones. La labor de agitación y propaganda debe servir para educar, concienciar y organizar a las masas, así como para que aprendamos a unificar nuestros colectivos.

Aunque la Plataforma reivindicativa versa sobre las necesidades urgentes de nuestra clase, no debemos perder de vista que la agitación y la propaganda en torno a aquella tiene que sacar a la luz los intereses generales y los objetivos cardinales que hay detrás de los intereses específicos de los obreros.

Esta labor de unidad de acción puede ayudar a organizar grupos conscientes de obreros en torno a la plataforma reivindicativa y, consecuentemente, en torno al socialismo.

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3.- Orientar a los obreros hacia la movilización y la huelga.

Para poder hacer frente al menoscabo de las condiciones de vida y trabajo de las masas, es necesario dedicar también nuestra agitación y propaganda hacia las formas de lucha que se precisan. Frente a la moderación pro-imperialista de los principales dirigentes pequeñoburgueses de los sindicatos y partidos de izquierda, debemos orientar a la clase obrera hacia la movilización para la defensa de sus intereses. La acción colectiva de los obreros es fundamental, en primer lugar, para la resistencia. En este sentido, es imprescindible fomentar la huelga como la acción colectiva elemental de las masas obreras que es.

Las huelgas son uno de los medios de lucha necesarios de la clase obrera. Con ellas, los obreros aprenden la necesidad de unirse para poder enfrentarse a los capitalistas, comprenden su propia fuerza, abren los ojos ante lo que representa el gobierno y las leyes, convirtiéndose en una escuela en la que se aprende a luchar contra sus enemigos por la emancipación.

Fomentar la movilización colectiva, en general, y la huelga, en particular, orientando a las masas obreras hacia ella, es una necesidad de actualidad para encarar la resistencia frente a la miseria y la pérdida de derechos a la que quieren abocarnos los capitalistas y sus gobiernos. Es un primer paso básico, para después elevar la acción colectiva de las masas hacia la persecución de objetivos políticos. Y, a la larga, para que las masas obreras se autoorganicen en una acción práctica independiente de los intereses de otras clases.

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4.- Intervención electoral.

Como uno de los aspectos de la acción conjunta de agitación, propaganda y organización de masas alrededor de la Plataforma reivindicativa, deberíamos considerar y dar valor a la posible intervención electoral. La independencia política de la clase obrera se juega en todos los terrenos de la lucha de clases, también en el aspecto político, cuyo elemento más considerado por las masas todavía en la actualidad es el electoral. La clase obrera necesita una alternativa de voto que defienda sus intereses reales, lo más unitariamente posible. Si no existe esa alternativa, continuará su dependencia ideológica y política de organizaciones reformistas de la pequeña burguesía o de las capas intermedias. Las organizaciones comunistas y obreras necesitamos empezar a construir esa alternativa para demostrar que somos los únicos coherentes defensores de la democracia, pasando esa defensa por demostrar que el capitalismo, su Estado y sus instituciones solamente socavan la democracia, privan a la clase obrera de una participación real y menoscaban los derechos y libertades. Y esto, solamente podremos hacerlo a través de los medios que los trabajadores tienen a su disposición.

La intervención electoral nos servirá para dirigir nuestra agitación y propaganda de la Plataforma reivindicativa a toda la clase obrera de nuestro Estado y a todo el pueblo, no limitando esa acción solamente a los centros de trabajo, las organizaciones específicas y las movilizaciones. Siendo así, debemos considerar a las elecciones como un medio de educación política general de la clase obrera y del pueblo.

La Plataforma reivindicativa, ideada para comenzar a llevar conciencia y organización a la clase obrera, debe ser también la plataforma electoral, manteniendo su contenido ideológico y político que fundamente la independencia política de nuestra clase y la libere de la dependencia de otras capas sociales. Solamente habrá que estudiar conjuntamente las consignas clave generales que planteen los problemas principales de la práctica política inmediata y nos proporcione el pretexto más conveniente para la propaganda socialista.

Para ayudar a desarrollar la agitación y propaganda de la Plataforma reivindicativa en toda su amplitud, proponemos a las organizaciones comunistas y obreras que estudiemos conjuntamente y llevemos a la práctica nuestra intervención en las próximas elecciones generales previstas para finales del año 2023 presentando candidaturas obreras.

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LLAMAMIENTO.

Desde Unión Proletaria creemos que nuestros colectivos tienen la gran responsabilidad de atender a la necesidad y la urgencia de armar política e ideológicamente a la clase obrera, de organizarla para la intervención política con independencia de otras clases y de elevar su conciencia al nivel de su misión histórica revolucionaria.

Llamamos a todas las organizaciones comunistas y obreras a estudiar esta propuesta de unidad de acción en torno a una Plataforma Unitaria Obrera. Proponemos debatirla, modificando e integrando las propuestas concretas que entre todos veamos necesarias, para llegar a un acuerdo sobre la misma y sobre las formas de llevarla a la práctica conjunta y planificadamente. Esta propuesta no tiene intención de menoscabar la independencia de las organizaciones, sino que quiere posibilitar la superación de las discrepancias y abrir el camino de la construcción de la unidad de acción y la independencia política revolucionaria de la clase obrera.